HUMOR

El jefe de personal, le dice a una chica que buscaba empleo:
- Señorita, donde decía "sexo" usted debió poner "femenino" y no "cuatro veces por semana". 

Dos policías novatos se encuentran tres granadas de mano en la calle y deciden llevarlas a la comisaría.
- ¿Y si nos estalla una?, pregunta el más joven.
- No te preocupes- lo tranquiliza el otro, -diremos que sólo había dos.

El representante negociador del sindicato estaba informando a todos los miembros de las ventajas obtenidas en la negociación con la empresa:
- Camaradas, hemos llegado a un nuevo acuerdo con la administración. ¡Ya no trabajaremos más cuatro días a la semana!
- ¡Bravoo! -gritaron los presentes.
- ¡Nuestras labores cesaran a las 4 p.m., no a las 5 p.m.!
- ¡Bravo! -volvieron a gritar todos.
- ¡Empezaremos a las 10 a.m., no a las 9 a.m.!
- ¡Bravo!
- ¡Conseguimos un aumento en los salarios de un 150%!
- ¡Braavooo!
- ¡Trabajaremos solamente los miércoles!
Se hizo un silencio absoluto... Entonces se oyó una voz desde el fondo:
- ¿Todos los miércoles?

Un marinero, algo ignorante, que llevaba años en alta mar vuelve a su hogar y descubre sorprendido que tiene un hijo negro.
Debido a que era totalmente blanco le pregunta a su esposa:
- Pero... ¿cómo es posible que tengamos un hijo negro si yo soy blanco y tú también?
-Verás, como no tenía leche, tuve que buscarme una ama de cría para que amamantara al niño, y como ella era negra, el niño se puso de color.
El marinero, no muy convencido, decide ir a consultarlo con su madre, le cuenta la historia y la madre responde:
- Claro que puede ser, fíjate por ejemplo en ti mismo, hijo..., de pequeño yo no tenia leche para darte y te di leche de vaca, y mira que lindos cuernos te están saliendo, ¡grandísimo idiota!

Un criminal muy peligroso es condenado a muerte y lo sientan en la silla eléctrica para ser ejecutado.
- De acuerdo con la Ley, usted tiene derecho de solicitar su ultimo deseo, le dice el director del presidio.
- Quisiera que me agarrase las manos durante todos los acontecimientos.

El estudiante, viajando en un ómnibus, había quedado impresionado por una materia que mencionaba el índice de mortalidad en el mundo.
Tratando de iniciar conversación con una pasajera que viajaba a su lado, le dice:
- ¿Ud. sabia que cada vez que yo abro la boca y digo una palabra, muere una persona en el mundo?
Y ella, molesta, lo mira fijo y le dice:
- ¿Ya probó de cepillarse los dientes?

El galán dice a la chica:
- Dime, Rosa: ¿soy yo el primero que te pide hacer el amor?
- Sí, responde Rosa, todos los demás me lo han hecho sin pedírmelo.

Un hombre lleva su coche al taller y el mecánico tras examinarlo detenidamente unos minutos le comenta:
- A esta batería le conviene un coche nuevo. 

- No me quieres porque soy pobre. Si fuese rico te casabas enseguida conmigo, le dice él a la chica de sus sueños.
- ¡Gracias! -dice la chica- es el mejor elogio que me han hecho hasta ahora.
- ¿Un elogio? ¿Decirte que sos una interesada?
- ¡Si! Hasta ahora todos mis pretendientes no han hecho otra cosa que admirar mis cualidades físicas: que tengo ojos lindos, cabellos negros, linda boca, lindas piernas... Tu eres el primero que se da cuenta que también soy inteligente.

Entra el empleado a la oficina de su jefe, y con un aspecto temeroso le dice:
- Jefe, necesito hablar con usted.
- Pasa hombre, ¿Qué te ocurre?
- Usted sabe que llevo más de 15 años en su empresa y nunca he tenido un aumento de sueldo, es hora que me aumente los $ 300 mensuales que gano desde que me contrató.
- Y dime, ¿cuánto quieres ganar?
- Bueno, hice algunos cálculos y considerando el tiempo transcurrido, y el trabajo técnico que desarrollo creo que me correspondería ganar $1.500 por lo menos.
- Mira, te voy a pagar $ 5.000 mensuales, un vehículo a tu cargo, vacaciones pagadas al lugar que tú elijas, y te asignaré una secretaria para que te ayude en tus labores diarias, ¿Qué dice?
- ¿Me está Ud. tomando el pelo?
- ¡Sí, pero tú empezaste!

De madrugada, la mujer se levantó para ir a tomar agua y quedó escandalizada cuando vio a su casal de bóxeres "en plena tarea amorosa", en la sala. Intentó separarlos, sin ningún éxito. A pesar del horario, la mujer resolvió llamar inmediatamente al veterinario. Después de que el teléfono llamara cuatro o cinco veces, él atendió:
- Doctor: mis dos cachorritos están en la sala como locos; No puedo separarlos.¿Qué es lo que puedo hacer para que se separen?
- Es muy sencillo- le contesta el veterinario- Coloque el teléfono cerca de los dos. Yo llamo para allí y... ¡pronto!
- ¿Y a usted le parece que eso va a funcionar?
- Por lo menos aquí, en casa, acaba de funcionar.

Un hombre detiene a una señora por la calle y le pregunta: 
- Por casualidad, ¿no vio a un policía dando vueltas por aquí? 
- No, no vi a ninguno -responde la mujer. 
- ¡Entonces déme su cartera, su reloj y su collar!....

Un agente de seguros estaba enseñando a manejar a su joven mujer cuando de pronto, al bajar por una calle con pendiente bastante pronunciada le fallaron los frenos, entonces ella le gritó angustiada:
- ¡Fallan los frenos!!!.. No puedo parar el auto! ¿Qué hago? 
- ¡¡¡Trata de chocar contra algo que sea barato!!!

- ¡¡¡Felicitaciones, muchacho!!! -le dice el tío al sobrino, que se va a casar el día siguiente. Tengo la seguridad de que dentro de unos años recordarás éste día, como el más feliz de tu vida.
- Pero es que yo me caso mañana -responde el sobrino.
- Por eso, muchacho; es precisamente lo que te quise decir. 

Estaba una cuadrilla de mantenimiento de rutas en plena tarea: limpiando, tapando algún bache, etc. -
Llega la hora del almuerzo, y el capataz, manda tender el mantel en medio de la ruta, para almorzar.
- ¿En medio de la ruta? dice uno de los obreros. ¿Y si viene un vehículo?             - Pongamos el mantel debajo de aquel árbol, a la sombra.
- No señor; extiendan el mantel en medio de la ruta.
- Contrariados, tienden el mantel en la ruta.
Ya iban a empezar a comer, cuando ven un auto que viene a alta velocidad; el chofer ve a los hombres e intenta frenar pero no lo consigue, así que se desvía y se revienta contra el árbol.
Y el capataz a los obreros:
- Ya ven lo que hubiera pasado si tendíamos el mantel debajo de ese árbol. 

El matrimonio se iba a una fiesta y la dueña de casa decide darle franco a Javier, el mayordomo. Ella le explica que van a regresar muy tarde y que puede tomarse la noche de descanso.
Pero como la mujer no se estaba divirtiendo en la fiesta, vuelve a la casa, temprano y sola.
Cuando entra en su casa, ve a Javier sentado en la cocina, solo. Ella le pide que la siga. Ella lo hace entrar en su cuarto y tranca la puerta. Lo mira, sonríe y... 
- Javier, saque mi vestido. Y éste obedece sin pestañear.
- Javier, saque mis medias.
Javier obedece en silencio.
- Javier, deje el corpiño en esa silla.
La situación es tensa y Javier ejecuta su pedido.
- Javier: la bombacha también...
Y una vez más Javier cumple la orden.
- ¡ Javier: si alguna otra vez lo descubro usando mis ropas, considérese despedido.